Ahorrar es guardar el dinero para un futuro. Invertir es hacer que ese dinero crezca para un futuro.

Ahorrar es guardar manzanas para el invierno. Invertir es plantar manzaneros para tener manzanas todo el año.

Cuando ahorras, limitas el crecimiento de tu patrimonio. De hecho, a través de la inflación, tiende a disminuir ese patrimonio.

La inflación es un concepto económico que explica el aumento de los precios de todos los productos y servicios debido a una disminución del valor de una moneda. Debido a una mala gestión de la impresión de dinero, la moneda (euro, dólar…) pierde valor y eso hace que cueste más dinero (euros o dólares) comprar cada uno de los productos.

Invirtiendo, haces que el dinero trabaje para ti en vez de tenerlo que hacer tú. Es decir, el dinero hace más dinero por si solo, invirtiéndose, y pasa algo maravilloso llamado interés compuesto.

El interés compuesto es un concepto matemático que explica la reinversión de los beneficios generados con la inversión.

Es decir, reinvertir los beneficios generados para que den más beneficios futuros, así cada mes tienes más dinero y cada vez generas más beneficios del dinero. Es como si tuvieras minions trabajando y estos minions que trabajan tuvieran hijos minions que se unieran al trabajo, que llevaría a conseguir antes los objetivos, en este caso, financieros. Aunque este concepto aplica a todo en la vida.

Aquí tienes una plantilla excel para poder entender, de forma numérica, el poder del interés compuesto.

En definitiva, si ahorras e inviertes, puedes vivir mejor. Puedes no tener que intercambiar tu tiempo por dinero en un futuro.